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Hoy quiero compartir algunas reflexiones sobre la importancia de tener un concepto claramente definido para cualquier empresa o negocio, sin importar su tamaño. En particular, me centraré en las consecuencias de navegar sin una "estrella del norte".
Imaginemos una empresa que desarrolla software, ya sea para la venta o para uso interno. Si no se define un propósito claro y limitaciones para ese software, el camino se llenará de obstáculos.
El Peligro de la Expansión Sin Dirección
Consideremos un software diseñado para gestionar citas en un consultorio médico. Inicialmente, el alcance podría definirse como la gestión básica (CRUD: crear, leer, actualizar, eliminar citas). Sin embargo, un simple CRUD podría no ofrecer suficiente valor, ya que una hoja de cálculo o herramientas similares podrían cumplir esa función.
La idea de agregar recordatorios por correo electrónico para los pacientes suena como una mejora lógica que se alinea con el propósito. Extenderlo a recordatorios por llamada telefónica también podría considerarse dentro del mismo ámbito. Incluso la sugerencia de que el software gestione el calendario del médico unificando sus citas podría parecer una evolución natural.
La Trampa de las "Buenas" Ideas
Sin embargo, aquí es donde reside el peligro. La solicitud de integrar el calendario personal del médico, extrayendo información de su correo electrónico y unificándola con las citas del consultorio, comienza a desviar el propósito original. El software, concebido para la gestión de citas médicas, ahora aspira a ser un gestor de calendarios más amplio.
¿Y qué sigue? Tal vez la siguiente petición sea gestionar la agenda telefónica de los pacientes. En este punto, el software estaría peligrosamente cerca de convertirse en una mini red social: si ya tiene contactos y calendarios, ¿por qué no enviar mensajes de cumpleaños o actualizaciones de la clínica?
La Erosión del Propósito
Basta una "buena" idea mal disfrazada, impulsada por alguien con la capacidad de argumentar convincentemente, para comprometer el futuro y el enfoque del producto. Sin un limitador claro, sin un concepto fundamental, sin una estrategia definida, el propósito inicial se desvirtúa por completo.
La Importancia de la Estrella del Norte
¿Qué podemos hacer para evitar esta deriva y mantener el rumbo? La clave está en definir y aferrarse a nuestra "estrella del norte": el propósito fundamental de nuestro software o negocio.
La Fortaleza del "No" Estratégico
Es válido y necesario decir "no":
Siempre debemos referirnos a nuestra "estrella del norte". Si una nueva idea o solicitud rompe con ese propósito fundamental, debemos tener la disciplina de rechazarla.
No podemos aspirar a tener un software que lo haga todo. Sin embargo, sí podemos crear un software que haga lo que debe hacer, y que lo haga bien. La claridad de nuestro concepto y la firmeza en nuestros límites son esenciales para lograrlo.
Imaginemos una empresa que desarrolla software, ya sea para la venta o para uso interno. Si no se define un propósito claro y limitaciones para ese software, el camino se llenará de obstáculos.
El Peligro de la Expansión Sin Dirección
Consideremos un software diseñado para gestionar citas en un consultorio médico. Inicialmente, el alcance podría definirse como la gestión básica (CRUD: crear, leer, actualizar, eliminar citas). Sin embargo, un simple CRUD podría no ofrecer suficiente valor, ya que una hoja de cálculo o herramientas similares podrían cumplir esa función.
La idea de agregar recordatorios por correo electrónico para los pacientes suena como una mejora lógica que se alinea con el propósito. Extenderlo a recordatorios por llamada telefónica también podría considerarse dentro del mismo ámbito. Incluso la sugerencia de que el software gestione el calendario del médico unificando sus citas podría parecer una evolución natural.
La Trampa de las "Buenas" Ideas
Sin embargo, aquí es donde reside el peligro. La solicitud de integrar el calendario personal del médico, extrayendo información de su correo electrónico y unificándola con las citas del consultorio, comienza a desviar el propósito original. El software, concebido para la gestión de citas médicas, ahora aspira a ser un gestor de calendarios más amplio.
¿Y qué sigue? Tal vez la siguiente petición sea gestionar la agenda telefónica de los pacientes. En este punto, el software estaría peligrosamente cerca de convertirse en una mini red social: si ya tiene contactos y calendarios, ¿por qué no enviar mensajes de cumpleaños o actualizaciones de la clínica?
La Erosión del Propósito
Basta una "buena" idea mal disfrazada, impulsada por alguien con la capacidad de argumentar convincentemente, para comprometer el futuro y el enfoque del producto. Sin un limitador claro, sin un concepto fundamental, sin una estrategia definida, el propósito inicial se desvirtúa por completo.
La Importancia de la Estrella del Norte
¿Qué podemos hacer para evitar esta deriva y mantener el rumbo? La clave está en definir y aferrarse a nuestra "estrella del norte": el propósito fundamental de nuestro software o negocio.
La Fortaleza del "No" Estratégico
Es válido y necesario decir "no":
- No al cliente: Cuando una solicitud, aunque parezca atractiva, nos aleja de nuestro propósito central.
- No al producto: Cuando una nueva funcionalidad, aunque innovadora, diluye el valor y la especialización de lo que hacemos.
Siempre debemos referirnos a nuestra "estrella del norte". Si una nueva idea o solicitud rompe con ese propósito fundamental, debemos tener la disciplina de rechazarla.
No podemos aspirar a tener un software que lo haga todo. Sin embargo, sí podemos crear un software que haga lo que debe hacer, y que lo haga bien. La claridad de nuestro concepto y la firmeza en nuestros límites son esenciales para lograrlo.